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Recordar es un intento de olvidar los sueños presentes en el aire tenso de nuestro cuarto.
Recordar es saber olvidar una memoria fortuita de los deseos mezquinos que nunca nos
dimos.
Recordar es una fecha exacta de palabras mutiladas de discordias y lamentos.
Recordar es pedirte que te vayas y no te quedes en la pendiente de nuestra cama.
Recordar es reconocer el daño de ver tu mano hacer La telaraña con otra melodía.
Recordar es fundamentar una mentira.
Recordar es lamentar una partida de juegos de mesa con tus dedos sobre ella.
Recordar es aceptar que la objetividad es un arte milenario tan viejo como la historia de
Ariadna y el Minotauro.
Recordar es callar.
Recordar es escuchar el latido de un recuerdo cuando miro al frente.
Recordar es no soñar en pesadillas que pernoctan en las paredes mohosas de los recuerdos.
Recordar es olvidarte pero ver tu foto indeleble en el proceso de saber que debo olvidar los
sueños reales de ser eterna en el espejo del rocío que se vuelve gota en la bañera en la
nostalgia… En mi boca.
Arianna Monagas Boada
Poetisa venezolana, Córdoba, Argentina
A partir de los 15 años de edad me adentré en el mundo de la poesía. Siempre, la palabra
escrita, fue para mí un cable a tierra y un lugar de paz con el que me conectaba para salir de
momentos incómodos, dolorosos. Más adelante, con mi carrera de pregrado, Comunicación social, pude conectarme desde otro lugar con la palabra, precisamente, desde un lugar más
académico. A su vez, esto mismo me permitió trasladarme a Córdoba, Argentina, con el
propósito de realizar una Maestría en Comunicación y cultura contemporánea.
Desde entonces, la poesía me ha acompañado en mi vida pues sigue dándome dicho sentimiento de paz, el mismo que encontré cuando estaba sentada en un salón de clases en la secundaria y escribí mi primer poema.