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Por culpa de la violencia
I
Aquí les voy a narrar
Historias de mi niñez,
Cuando yo tenía unos diez
Todo era espectacular.
Me fascinaba pescar,
Me la pasaba en los cañitos,
Agarrando pescaitos
Bastante me divertía
Gozando con alegría
De aquellos tiempos bonitos.
II
Luego en mi adolescencia
Todo eso se terminó,
Mi pueblo se transformó
Por culpa de la violencia.
Solo tengo la experiencia
De lo bello que viví
Porque mas nunca volví
Hacer lo que hacía antes
Por culpa de unos maliantes
Que llegaron por aquí.
III
Mi bella comunidad
Era alegría por esencia
Y por culpa de la violencia
Cambió en su totalidad.
A ella llegó la oscuridad,
Desgracia pavor y frío
Y un silencio sombrío
En mi terruño se oía
Y poco a poco yo veía
Acabarse el pueblo mío.
IV
Mi pueblo fue maltratado
Cruelmente por la violencia,
Pero esa amarga experiencia
Aquedado en el pasado.
Aunque el pueblo no ha olvidado
Ese episodio tenaz,
Sin embargo muy atrás
Hemos dejado el rencor
Porque a través del amor
Estamos haciendo la paz.
V
Quiero que en nuestra nación
Haya buena convivencia,
Que no exista la violencia,
La guerra, ni la ambición.
Que no se vea la corrupción
Ni los actos inmorales,
Que los conflictos sociales
Se resuelvan dialogando
Y que no estemos peleando
Como unos animales.
VI
Sueño con una nación
Donde haya integridad,
Respeto, seguridad,
Salud y educación.
Donde se vean en acción
Valores como el amor
Para olvidar el rencor
Que agobia a nuestro país,
Darle un cambio de matiz,
Construir un mundo mejor.
VII
Si todos somos hermanos
De alma y de corazón,
No entiendo por qué razón
Entre si nos lastimamos.
Si todos colaboramos,
Sé que seremos capaz,
De acabar este disfraz
De violencia y de guerra
Para darle a nuestra tierra
Una verdadera paz.
Jorge David Negrete
Poeta y Decimista
Bahía Rada, Colombia
Yo nací una mañanita
De un octubre veintitrés
En la humildad y sencillez
De una familia bendita.
En un pueblo muy cerquita
Al inmenso mar Caribe
Y el nombre que recibe
Mi hermoso pueblecito
Es Bahía Rada Moñitos
Donde mi gente vive.
Soy un noble pescador
Pesco de noche y de día,
Y lo hago con alegría,
Entusiasmo y mucho amor.
Y por eso a mi señor
El Dios padre omnipotente,
Le agradezco que mi gente
Vive feliz y contenta,
Sin pedir más de la cuenta
Pues el mar es suficiente.
Qué preciosidad. Un canto a la paz hilado en versos. Felicidades.